lunes, 21 de junio de 2010

Risotto de verduras al Martini Rosso



Whole kitchen en su Propuesta Salada para el mes de junio nos invita a preparar todo un clásico de la comida tradicional italiana, un Risotto de verduras.

Con esta receta el Círculo Whole Kitchen estrena sus propuestas de recetas, en esta ocasión la salada. En un principio cuando vi que se trataba de risotto me asusté un poco, pues ojo al dato con lo que os cuento:


Aquella persona que se adentra en el "calor de los fogones" sin haber hurgado anteriormente en la ciencia de la cocina puede convertirse en un perfecto enemigo. Sí, sí, algo exagerada soy, ¿será mi origen andaluz? El caso es que mi primer contacto con la cocina demuestra exactamente esto que estoy afirmando con tanta rotundidad

Estaba yo un día, viendo el programa de Karlos Arguiñano, tendría 21 años, porque este año me involucré en el mundo de la cocina, vamos que dejé el nido del Colegio Mayor en Pamplona y me trasladé a piso... Dicho día el amigo se encontraba cocinando un arroz con verduras al curry; una exquisitez para mi paladar, si se conoce que ambos ingredientes me resultan especialmente atractivos. Durante la emisión del programa tuve la feliz idea de poner en práctica los conocimientos adquiridos. Había quedado para comer al día siguiente con una amiga para enseñarle mi piso de independencia, así que qué mejor excusa. Dispuesta y veloz como una bala cogí la lista de ingredientes, agarré el bolso y las llaves y para el supermercado que me fui.

Por la noche a la vuelta de la universidad, la escena era digna de ser fotografiada. Yo puesta delante de los fogones con un delantal de vestido de sevillanas rojo con lunares negros, un moño en todo lo alto de la cabeza, sujetando el cuchillo más grande que había en mi casa y llorando como alma en pena. "¡Por dios! ¡Cómo pica esta condenada cebolla! ¡Joe qué no veo! ¡Ay, que me voy a cortar con el dichoso cuchillo!" Vamos, un martirio, o peor aún, la Martirio en persona, tan sólo me faltaba la peineta y las gafas de sol.
Cuando terminé de llorar, mi autoestima fue creciendo. "Corta verduras, sazona, ahora mueve todo que no se pegue, ¿ves? ¡Esto está chupado! Venga vamos a ponernos musiquilla para animar el ambiente". Y ahí pasé del llanto a marcarme unas soleas, desde luego la vestimenta que llevaba era la más adecuada. Gritito 'pal', cara de sentimiento, taconazo y ¡oléeee qué vuelta! "Anda, pero si yo estaba cocinando...".

El momento clave llegó con el curry. "Arguiñano ha echado dos cucharaditas de curry, pero este hombre yo pa mí que se ve muy tradicional y tiene pinta que no le echa mucho condimento por si no gusta. Yo voy a echar más aquí que a mí esto sí que me gusta"... ¡Pufff! ¿Para qué me voy a quedar corta? Ahí estaba venga a echar cucharaditas, que si una por mamá, que si otra por papá... Ya no me acuerdo cuántas decidí que eran las justas, pero sí confirmo que más de cinco. ¡Alaa exagerada!
Hasta aquí bien. Ahora entramos en terreno farragoso. En mi cabeza tenía una idea clara: a ciertas tazas de arroz, le corresponden otras tantas de agua para que al consumirse nos quede un arroz perfecto, ni duro, ni pasado. No obstante, esto es teoría y la práctica transcurrió del siguiente modo. Vuelco las tazas de arroz y luego el agua, dejo que se consuma a fuego lento y cuando el tiempo que mi profe dijo en su programa ha pasado, veo que mi arroz está más que tieso, tiesísimo. "¿Ahora qué hago? Será que le falta agua. Vamos a echarle entonces otras dos tazas más y que se consuma". ¡Alaa exagerada!
Lo que me quedó no era arroz, si no una pasta, todo apiñada, peguntosa, anaranjada y ... ¿para qué voy a seguir? Yo en lo más hondo de mi ser reconocí que esto no podía estar comestible, pero a las horas que eran de la noche y con la invitada al día siguiente, ya no había solución disponible.

Al día siguiente mi amiga entró en mi piso de independencia elogiando cada rincón, admirando la decoración tan esmerada y los póster de las paredes tan bien seleccionados. Se sentó en la mesa y dando las gracias por la invitación a la comida, probó el primer bocado. ¡Madre mía que cara de desconsuelo o de amargura! Me miró para ver si yo había hincado el diente y yo por acompañarla en su dolor me animé a probar mi obra de arte culinaria. "¡Puuaagg! ¡Qué asco! ¿qué me gusta el curry? ¡Esto está peor que un mataratas! Le devuelvo la mirada y para mi asombro, ahí que va otra vez a por otra cucharada. "¡Alma de dios, no sigas! ¡Que yo sé que tienes hambre, pero esto...! Y yo si no ¿cómo voy a negar lo que yo misma he hecho con tanta ilusión?" Pobrecilla, se comió todo el plato, yo temblaba por si le daba por rebañar. Yo también, por supuesto...

Semanas posteriores a la comida, mi amiga parecía haberse esfumado. No me la encontré por ninguna parte, ni siquiera en la cafetería de la facultad donde solíamos coincidir entre clase y clase alguna que otra vez. Le escribí varios mensajes, sin embargo no obtuve respuesta. De repente, al cabo de un mes, me la encontré de camino a la facultad, la llamo y súbitamente empieza a acelerar el paso, yo hago lo mismo, pensando que no me ha escuchado y vuelvo a llamarla. Se para, se da media vuelta y me saluda. Le pregunté si le había ocurrido algo, que había estado preocupada y ella sin más, me dice que ha estado muy agobiada y que no ha tenido tiempo. Claro aquí, a mí ya algo me huele mal y como, una mala cocinera puede ser, pero tonta no, así que hago la invitación fatal:
- Oye, cuando quieras vente a casa y nos tomamos algo o te vienes a comer.
Su cara se desencajó por completo, cerró los puños y me soltó.
- Gema, mira perdona. La verdad es que me daba cosa decírtelo pero tu arroz del otro día estaba para matar a un perro. Yo voy a tu casa o nos tomamos o comemos lo que quieras fuera, pero comer lo que tú cocines... Primero pruebo y si me gusta, sigo.
¡Jajaja! ¡Pobre lo que le costó soltarlo!

A raíz de esta anecdotilla, muy pocas veces me he animado a hacer arroz. Ahora, era diferente la apuesta de este "Risotto de verduras al Martini Rosso".

Pero antes de empezar la receta debo agradecer otro premio. Fimère con su blog Aux délices des gourmets me ha otorgado este premio del Círculo de la amistad. Si no la conocéis visitadla, pues sus recetas son deliciosas, espectaculares, pero sobre todo destacó su profesionalidad y delicadeza con todo lo que hace. Es la perfecta anfitriona, que siempre tiene una palabra de amabilidad para todos. Muchas gracias Fimère, me llena de ilusión recibir este premio de ti.


Risotto de verduras al Martini Rosso (para 6 personas)
400 gr de arroz bomba
2 dientes de ajo
3 chalotas picaditas
1 litro de caldo de verduras
1 tacita de Martini Rosso
150 gramos de champiñones
2 zanahorias
1 berenjena
1 tomate grande
2 puerros
85 gramos de queso parmesano
Aceite y sal

Primero picamos las chalotas y los dientes de ajo. A continuación lavamos las verduras restantes y picamos en daditos el puerro, la berenjena y la zanahoria. Los champiñones los laminamos y al tomate se le quita la piel y se corta finamente. Las chalotas y el ajo se rehogan en el cazo con aceite de oliva y un poco de sal. A continuación se añade el tomate y se deja que se cueza bien para que el arroz coja buen sabor. A esto se le incorpora el resto de verduras y se deja a fuego moderado hasta que estén completamente pochadas.
En este momento, vuelca el arroz en el sofrito saltéalo durante 3 minutos removiendo constantemente con una cuchara de madera. Mientras ve calentando el caldo de verduras para que al añadirlo al arroz esté a temperatura alta.
Ahora vierte el Martini Rosso y deja que el arroz lo absorba por completo. Una vez conseguido esto, añade un vaso de caldo de verduras removiendo el arroz despacio hasta que el arroz coja casi todo el líquido nuevamente. Vuelve a añadir otro vaso y repite la operación hasta que se consuma el caldo.
Con el último vaso, antes de que se absorba todo el caldo, incorpora el queso parmesano moviendo con la cuchara delicadamente. Por último, tapamos la olla con un paño y sobre ella un plato para que el risotto se asiente durante un par de minutos y ¡listo para servir!

36 comentarios:

Visc a la Cuina dijo...

Un primer arroz para olvidar tal y como lo cuentas! Pero éste que presentas aquí seguro que tampoco se olvida...de rico que debe estar! Qué pinta!

Mer dijo...

Jajaja... eso me recuerda una anécdota de mis tiempos de universidad. Estrenábamos piso y organizamos una cena. Como yo era la cocinillas automáticamente fui nombrada "chef" para el evento. Menú sencillo, pasta a la carbonara de salmón... no controlaba todavía la vitro del piso y... se me quemó la nata de la salsa (única vez en mi vida que me pasa tal cosa)... aquéllo sabía a rayos... horrible y unas 15 personas esperaban en el salón. Se lo comieron todos, incluso alguno repitió... yo quería que me tragara la tierra. Y no acabó ahí... uno de mis compis de piso me pidió que no tirara lo poco que había sobrado, que se lo comía él al día siguiente....

Y en cuanto al risotto, vaya dos estamos hechas tú y yo, tú con el Martini y yo con el Ron Cacique añejo, que no veas qué descubrimiento, menudo olorcillo cuando lo eché en la cazuela.
Un besito

Kako dijo...

Muy rica variante, de seguro el martini desprende todo su aroma y sabor en este plato.
Una delicia.
Besos!

Amanda dijo...

Pues menos mal que ese primer desastre no te alejo de los fogones...que si no, nos perdemos este risotto tan rico y original al martini rosso.
Besotes guapa.
Ah! Felicidades por tu premio super merecido.
;-D

Caldebarcos dijo...

Ya es el tercero que veo hoy, da gusto lo aplicaditas que sois. Como a las otras te digo que con esta comida yo si que me quedo a comer y rebaño e plato.
Biquiños

Carmen dijo...

Pues este tiene que estar exquisito!!
Curioso que lleve Martini,no lo había oido antes.
Besitos guapa

Itzi dijo...

Ricoricorico.
¿le has mostrado ya hasta donde has llegado?

Besitos.

Empar dijo...

Me encanta! Hoy veremos muchos risottos y todos espectaculares.
Ya me estoy imaginando ese saborcillo con el toque de martini. Mmmm!......
Un beso.

Sonia dijo...

Pues habrás hecho muchos risottos desde ese fiasco, pq este tiene una pinta increible!

Un abrazo,

Unknown dijo...

anda que lo que no te pase a ti!que fuerte, pero chiquilla que hacias vestida de sevillana?quien te viese!como no pones unas fotos tuyas!de verdad!que y olas quiero ver!por suerte este arroz te ha salido mejor!un besito fuerte guapa

Nenalinda dijo...

Ummmmmmmmmmm seguro que esta mu rico con el martini ,me llevo un platin para ir catando.
Una receta y presenaction de 10 points.
Bicos mil wapa.

Silvia dijo...

Quina batallitas jejejjej esos momentos son imborrables...excelente risotto.habrá que ponerle martini sin dudarloa jeje.

Un besote

nati dijo...

XDXDXD!!, cómo la pifiamos siempre todos en la cocina. Yo era un desastre con las cantidades. Y luego bueno...incontables las veces que se me pasaba el arroz, la pasta, las lentejas pegadas... madre mía!
Guapi, cuando puedas pásate por mi blog a recoger un premio, vele?. Un besito

Cuinera dijo...

Jaja pobre! si ve tu entrada, me parece que ahora va a ser ella quien te persiga para que la invites, porque te ha quedado un risotto delicioso! me gusta mucho como te han salido las fotos, las haces preciosas

Un beso

Anónimo dijo...

Como me he reído! ajajaja... veo que tienes amigos de verdad, que comerse aquello... jejeje
Seguro que ahora el arroz te queda mejor...
bss

Marisa dijo...

jajaja, hay que ver, la historia, como las demás me parto, eres increíble esplicandola, estoy segura que ahora se haría fiel seguidora tuya, hay que ver la vuelta que has dado reina te felicito, besitos.

CHUS dijo...

Como siempre deliciosa la receta y la narración jeje me encantas.
muchisimos besitos

capisi dijo...

Que ricuraaaaaaaa meapunto...un beso,Carolina (Capisi)

Pilar - Lechuza dijo...

Date un beso de mi parte!! Eres genial, cocinando y escribiendo. El risotto se sale!!
un biquiño

Carol dijo...

Ay porfavor que cosa más rica!!!

Y una historia genial, como siempre jejej!

Un besito!

Eva Flores dijo...

qué rico que tiene que estar!!!

Liliana Fuchs dijo...

Jajaja, me ha encantado tu historia! Todos hemos tenido anécdotas parecidas en nuestros inicios con los fogones :)

El risotto te quedó de lujo; me ha encantado la idea de usar Martini en la preparación.

Un abrazo

Claudia dijo...

Hola Gitanilla, soy Claudia de Las Mil y una Tartas, estoy visitando tu blog y me parece muy bueno. Enhorabuena!!
Un saludo.
Claudia

Curra dijo...

Gitanilla cuantos arrocitos ricos estoy viendo estos dias por la blogosfera... creo que me animo con el tuyo, después de aquellas esperiencia nefasta, este de seguro está pa chuparse hasta el codo.
Un abrazo reina

Funesmar dijo...

Felicidades por el premio y por el risotto....que guay con el Martini, eres la caña, hija! Probaremos!
Oye, que sepas que yo tambien tengo un delantal de lunares y volantes que me compre en Ronda, jejejeje...no veas que risas cuando me lo pongo para las visitas....
Besos guapa!

Nati dijo...

Un risotto estupendo. Me lo anoto que me parece muy original el sabor que tiene que tener con el martini. Un besazo.

María José Andreu Granados dijo...

Hola guapisima tú y tús historias tan chulas y graciosass, por eso te dan esos premios tn chulos, te los mereces guapa.
Este risotto te ha quedado genial, me gustan mucho y con el toqeu que le has puesto tú dw vermut rosso magnific
besos guapaaa

fargopatt dijo...

qué buena pinta.. me gusta el punto del martini rosso, yo cocino mucho con el blanco, me anoto tu idea!!
besotes wapa

Espe Saavedra dijo...

pues tampoco era para que te estuviera evitanto tanto tiempo....ainss...que incomprendida te sentirias....

Olga dijo...

Qué pinta tiene, ummmm como a mi me gusta, me copio la receta que esto es un pecado mortal.
Un saludillo
Olga

locasita dijo...

Uy, hija... qué sofoco! jajajaja. Alberto a mí me llama "la incendiaria". Un día hice castañas al microondas, pero quedaron duras, entonces decidí cocerlas, para reblandecerlas y poderlas comer. Puse un cazo con agua, y las castañas... Estábamos en casa de obras, y nos pusimos a quitar estucado... al cabo de un par de horas, salimos de la habitación polvorienta y Alberto dijo: "a qué huel...." y zas! como un rayo nos vamos a la cocina... Ya no había agua, claro está, y las castañas... eran ASCUAS!!!! el cazo lo tuve que tirar, claro está... y las castañas... nos las comimos!!!




Que nooooooooo, que es broma! las castañas está claro que las tiramos también.... jajajajajaja

La Cucina del Topino dijo...

Nada que decir, ya este plato te saliò tooodo profesional! de seguro tu amiga querrà sin duda que la invites!
Besos

Jose dijo...

Se ve exquisito. Además ese aroma a martini seguro que es de lo más atractivo. Me lo apunto a ver si cae este finde.

Besos.

Margarita dijo...

Jajaja!!! Pobre... pero yo a este de hoy no le haría ascos :)

TROTAMUNDOS dijo...

Momentos para recordar, verdad??, te quedo delicioso el risotto, el toque del martini, debió de ser una ricura.

Besotes

Belén y Bego dijo...

Geniales tus relatos!!! Me divierto mucho loeyendo tus anécdotas.
Seguro que si invitaras a tu amiga a comer este risotto estaría encantada con el resultado.
Bsos

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