martes, 24 de agosto de 2010

Ensalada de lentejas, jamón y uvas



Como ya os he contado, para la comida siempre he sido una "tragicomedia", especialmente para los días en que en mi plato aparecía esta legumbre de la que trata la entrada de hoy, las lentejas.

En un suplicio se convertía el día en que me tenía que sentar delante de ellas. Aunque lo peor, visualizar por la noche el bowl enorme con una gran cantidad de lentejas en agua. Más grande que mi cabeza y eso bien complicado que era. Todas puestas en perfecta armonía preparadas para dar lo mejor de sí. Y yo venga a mirarlas, imaginando dentro de mí que las tiraba o que las cogía en puñados y las distribuía en vasos con algodón para formar esas bonitas plantas que me enseñaron en el colegio. Sin embargo, conocía el fin de ellas y me entraba un sudor frío... Intentaba iniciar la preparación mental para el combate de la comida del día siguiente, pero finalmente me iba a la cama bien calentita.
Al día siguiente me levantaba dándome ánimos, pensaba que aún quedaban unas cuantas horas antes de la lucha. De repente, un olor familiar me llegaba de la cocina y para constatar que no seguía soñando me asomaba al filo de la entrada a la cocina, cuando, ¡horror! los sofocones se apoderaban de mí al vislumbrar una olla exprés que entonaba jocosamente el canturreo de un tren en miniatura. Más blanca que la pared me quedaba y con los nervios a flor de piel, deseando únicamente que no llegara el momento del sacrificio, pero la maldición había sido echada y el tiempo se confabulaba contra mí, por lo que unas horas parecían segundo y los gritos de mi madre para que apareciera por la cocina para comer se hacían presentes, reales.
- ¡Gema! ¡A comer!
Pero yo oídos sordos, jugando al escondite con mi hermana...
- ¡Geeeeemaaa! ¡Geeeemaaa!
Y seguía ignorando la llamada. Pero mi hermana me delataba, el olor le había llegado entre las puertas del armario desde hacía mucho tiempo y jugaba porque no le quedaba más remedio, que por ella había ido a desayunar lentejas. De modo que ante el primer grito madrero, la niña abandonaba su escondite y salía pitando, a lo "correcaminos", dirección a su plato de comida. Yo remoloneaba, hasta que ya no soportaba más ese soniquete agudo en mis oídos.
En el tiempo que tardaba en llegar, mi hermana había casi vaciado su plato. Yo, que ya no me extrañaba ante este espectáculo de rapidez. la observaba confirmando mis teorías de que hermana mía no era, había venido de una adopción seguro... Porque, vamos a ver, poniéndonos un poco en situación, ¿a quién le puede atraer un plato aguado marrón, con unas patatas flotando? El chorizo se salva... Pero, mucho peor, ¿quién va a considerar apetecible unas lentejas pasadas por la batidora? ¡Yo, no!
Sí, sí, porque un día a mi querida madre, se le ocurrió que para que me comiera mejor, un buen invento podía ser apachurrar todo y formar un puré. La primera vez que me colocó eso delante, me asusté un poco: "¡Cucha tú que volvemos a las papillas!" Escalofríos me entraron esa vez, ahora mi madre se encargó de recalcar, que no, que eso era comida de niños grandes, ante lo cual no me quedó más remedio que asentir y seguirle el juego, para no perder la dignidad ante mi hermana de seis años menos, que llevaba "probando" este tipo de comida desde antes de su año de edad.

Ahora, la cosa se ponía mucho más fea, cuando me quedaba a comer en el comedor del colegio. Yo era la típica, aquella niña que no comía, que perdía las horas muertas delante del plato hasta que llegaba la hora de la vuelta a las clase. Eso, cuando no echaba todo lo que llevaba dentro, que solía ocurrir el día que de primero ponían lentejas. Yo veía que la profesora iba muy poco cuidadosa metiéndome cucharadas en la boca sin prestar atención a mi cara de angustia, mal, muy mal,... Mira que la avisaba con la mano para que bajara el ritmo, pero ella ensimismada en sus pensamiento y hartica de mí, cuando ¡buahhh! ¡Adiós baby limpio y mirada de horror de la "seño"! Me agarraba cuan niña del exorcista y me limpiaba a malas, que si hubiera podido hasta serrín me echaba, cuando me oía decir: "Si yo la he avisado seño".
A mí, quien realmente me asustaba era mi abuela. Me recogía de la parada de autobús y si me veía aparecer con otra bolsa bien cerrada no se extrañaba, como si lo hubiera adivinado antes de que llegara, pues ya me tenía una buena merendola a pesar de mis pocas ganas de seguir ingiriendo alimentos.

Sin embargo, éste suplicio me ha acompañado hasta los últimos años, incluso en los días de celebración. Mi madre, algo supersticiosa ella, planta este plato el último día del año, "porque hay que entrar con buen pie", afirma. Y yo, que no paro de decir que no tiene ningún fundamento su afirmación, que fue uno que le encantaban las lentejas y lanzó eso para comer otro vez más, que entonces tendríamos que ir pisando excrementos, diciéndolo finamente, para tener buena suerte. Ella ni mu, por lo que mi último recurso, un refrán muy popular: "lentejas, si quieres las comes y si no las dejas", no paro de repetírselo año tras año, a lo que o no me contesta o sin apenas darle mucha importancia suelta: "Tú te las comes" con la superioridad propia de quien tiene la sartén por el mango, claro. Hubo un año, que me dejó no probarlas, creo recordar que fue en mi época de rebeldía adolescente. Harta ya de mí y para comprobar hasta qué punto esa superstición es cierta, decidió ponerme otro plato y yo felizmente que comí, pero como siempre que la contradigo, todas sus funestas premoniciones se hacen realidad, ese año no fue demasiado bueno y yo desde entonces no falto a mi cita con las susodichas ese día.
Hoy, el encargado de colocarme las lentejas delante de los ojos es Carlos. Otro "rarito" que disfrutaba con las lentejas de pequeño. Menudo dolor le entró en el cuerpo, cuando se enteró que ahora era cuando empezaba a tomar legumbre. Pero él intenta conquistarme con su potaje. Con ellas demuestra su arte con los fogones y con su choricillo picante le da su toque. Con sólo ver con el primor que prepara una de sus comidas preferidas, las trago saboreando y disfrutando, ante lo cual yo misma me asombro, ¿será el amor con el que las hace o seré yo la enamorada?


Ahora la receta, con la que he descubierto que me gustan más aún las lentejas fresquitas, con ingredientes diferentes y otros sabores adicionales. Por ello, os dejo un contraste de sabor riquísimo y muy original:

Ensalada de lentejas, jamón y uvas
Ingredientes para 2 personas:
200 gr de lentejas cocidas
160 gr de champiñones fileteados en conserva
160 gr de cebolla pochada (yo la compro en conserva del Mercadona que está muy buena)
125 gr de queso fresco
20 tomates cherry
3 lonchas de jamón serrano
20 uvas grandes "red globe" lavadas y sin pepitas

Para aliñar:
Un chorreón de vinagre de Módena (3 cucharadas)
Otro chorreoncillo Aceite de oliva Virgen Extra (como 3 cucharadas)
Sal
Ajo en polvo
Orégano


Colocamos en un bowl las lentejas previamente escurridas en agua fría y le añadimos los champiñones fileteados. Cortamos los tomates cherry por la mitad y el queso fresco en dados. También el jamón en trocitos pequeños y por último las uvas por la mitad.
Se mezcla todo menos las uvas, que se reservan para la decoración. Aliñamos con el vinagre, el aceite, la sal e incorporamos el ajo en polvo y el orégano. Removemos todo bien y se emplata con las lentejas en medio del plato y las uvas formando una corona alrededor. ¡A comeeeer!

39 comentarios:

Carlos Sáez dijo...

Creo que lo de las lentejas le pasa a todos los niños.
Bueno este plato es genial, una combinación estupenda, ademas debía estar delicioso.
un beso

José Manuel dijo...

Mi hermano las pasaba también canutas con las lentejas, sin embargo a mí me han gustado siempre de todas las formas.

Lo que me gusta de tu receta es la combinación de ingredientes, muy original y rica. Me la anoto con tu permiso. Saludos

cristina dijo...

que rico plato nena un beso

Espe Saavedra dijo...

ainss..siempre me olvido de buscar esa cebolla couando voy al mercadona...la ensalada tiene una pinta de lujo,guapa

Mayte dijo...

A mí me pasaba lo mismo de pequeña, ni enteras ni en puré, y ahora me encantan y a mis hijos también, ¡¡ de la que me he librado .... !!

Esta receta es muy original.

Un beso

(Envíame un e-mail para poderte contestar)

Tatiana dijo...

Muy original!! yo el problema que tengo que en verano no quiero nada caliente, y hay que comer legumbre, asi que estas las tengo que probar porque tienen una pinta muy rica.
Besosss

Alcantarisa dijo...

jajajajaja eres de las mías! puedo llevar fácilmente... 10 años sin comer lentejas! es exagerado, de mis mejores anécdotas de pequeña se cuenta la de un día, en la casa de campo familiar, yo dormía allí en verano, pero cuando me enteré de cuál era el menú para la comida del siguiente... salí corriendo, y me metí por la ventana en el coche de mis tíos que estaba en marcha! no exagerado, real como la vida misma, las odiaba, y lo único que pensaba era en salir de allí, jajajaja.

Ves? así, sí, variando, frías, mezclando con otros ingredientes... así, sí, me animo a probarlas, y hasta me atrevo a decir, que seguro que me gustarían.

Un beso.

Funesmar dijo...

Yo creo que era de las pocas niñas que comian lentejas sin rechistar! Rarita que era una, a mi me gustaban...jeje
Me alegra que te reconciliaras con las legumbres, anda... auque sea "tuneandolas" un poco! No veas como tiene que estar tu ensalada de buena....mortal!
Besotes!

Gloria dijo...

Como siempre un relato y un plato para quitarse el sombrero.
Permíteme que te haga la ola.
Un beso guapa.

Anónimo dijo...

hace muy poco que me atrevo a incluir las uvas en las comidas saladas, y la verdad es que son muy ricas. Esta receta debe ser tremenda, el contraste entre el jamón y las uvas... :o)

Jose dijo...

Ja,ja,ja, yo siempre he sido bastante comilón y no he tenido problemas con nada desde chiquito. Bueno, con nada, no. Tengo mi cruz que son las acelgas. Y es que me pasaba lo que a tí con las lentejas. A día de hoy no lo he superado.

LMe gusta mucho tu ensalada. Ahí, buscando nuevos sabores para superar tus fobias. Debo hacer lo mismo con las acelgas. O quizás no.

Besos.

Caldebarcos dijo...

Este platito dice que sabes cuidarte muy bien y comer rico, rico.
BIquiños

foodtravelandwine dijo...

Como me gustan tus historias!!!....y este relato esta para libros!!....rica tu receta....pero yo desde mi infancia adore las lentejas....mi plato favorito....como fueran.....por suerte mi hija es igual....porque en mi casa todos los lunes son de lentejas....para empezar bien la semana....Abrazos, Marcela

ANA dijo...

Gema como me rio con tus entradillas, si te viera tu madre comerte las lentejas después de tantas pataletas.... jejeje

Besos!
Ana de: 5 sentidos en la cocina

Juan Pérez dijo...

Esta combinación me gusta, por los ingredientes que lleva seguro que está riquisima.
Besitos!!

Unknown dijo...

q ricooooooo!!! me parece q la hago el finde, yo soy de arg pero me encantan las comidas extranjeras y originales, de paso te dejo una ensalada bien arg q siempre hago en casa, besos y q la disfruten http://bit.ly/9h0dpJ saludosss

Silvia dijo...

Que cruz tuve siempre con mis hijos y las lenyejas,menos mal que a mi hija se le pasó,cuando estaba en Canadá,lloraba por un plato y nos pidió que cuando fueramos a buscarla al aeropurto de llevaramos la cacerola entera,,,,y como no MIMADRE...se las hizo,paso a recogerla y no se me iba la buena mujer con un tupper......lo que hay que aguantar....y si se las comió de camino.....que locas!!!!

no se de dónde sacas estos platos tan originales,me gusta aparte la luz y las presenatciones.

Un besazo reguapa ;))

Quiero ser súper famosa dijo...

Jajaja ya ves tú a lo que se llega por amor... Yo no recuerdo ningún mal trago por las lentejas pero si por las verduras; como a ti las horas se me hacian interminables delante de la mesa. Quién me iba a decir a mi que luego me gustarian hasta las piedras. En cualquier caso, por lo visto, has mejorado y hasta inventas platos con las susodichas. Muy buena combinación, la probaré. Besos.

Quo dijo...

Ay! no sabes que angustia me ha entrado con tu entrada... yo igualita que tú, lo único que en nochevieja me libro... sigo igual con las lentejas, las como, pero vamos, haciendo un esfuerzo titánico y llenando poquito el plato. Y ahora tengo un recetario de Lenteja de la Armuña, que es la de Salamanca, y tiene recetas muy originales, de esas de restaurante fino, pero yo, erre que erre... siguen siendo lentejas! Tendré que probar esta alternativa tuya, si a tí te gustan así, puede que a mi me pase igual jajaja...
Por cierto, el recetario de lentejas lo tienen colgado en la pagina de la diputación de salamanca, en el apartado de gastronomía... te dejo el enlace por si te sientes inspirada... si pruebas ya me irás contando... besitos

http://www.dipsanet.es/turismo/gastronomia/lenteja/index.html

Por cierto, hay recetarios de embutido ibérico, carne de morucha....

Carmen dijo...

A mi ya ves me encantaban las lentejas, pero solo comia las de mi madre porque eran las unicas que me gustaban, de hecho hoy sigo intentando que me salgan como a ella sin conseguirlo. La verdad es que las lentejas siempre me ponen triste porque me recuerdan mucho a mi madre, es un poco extraña la asociación pero el sabor de aquellas lentejas era único como mi madre.
Besitos guapa

wada dijo...

Yo me sumo al club de las que de pequeñas no nos entraban las lentejas jeje... qué cruz! y ahora me muero por un platito.
Has hecho una ensalada con ellas de lo más original, enhorabuena!!
Besos wapa!

Hilda dijo...

Jajajaja... me he reido un montón con esta entrada, me estaba viendo a mi misma con mi madre, incluso hechas en puré... cielos, la de vueltas y dibujos que le daba en el plato... puajjjj.
Y lo que son las cosas, un buen dia fuí a casa de mi abuela, había lentejas para comer, pero con arroz... !!!! que ricaaaaas !!!!
Hoy me gustan un montón y a mi niña también (menos mal, jajaja)

Con tu permiso me copio tu receta para uno de estos dias.

Besinos

Belén y Bego dijo...

Qué mala prensa tienen las pobres lentejas!! Será por eso lo de si quieres las comes y si no las dejas?? Desde luego, con esta combinación de sabores y con esa presentación creo que serán muy pocos los que las dejen.
Tu entrada, como siempre, muy divertida.
Bsos

Maria Dolores dijo...

A mi me pasaba como a ti, ni lentejas ni potaje; pero llegó el día del parto de mi hija y claro no comí en todo el día, al día siguiente en la clínica me ponen para comer potaje de garbanzos y me pareció buenísimo a partir de ahí empecé a comer lentejas y ahora digo, que lástima de años que me perdí de comer estos platos.
Saludos

Patty dijo...

Hola que tal¡

Mi nombre es tania soy administradora de un directorio de webs/blogs, navegando por la red ví tu página y está muy buena, sería genial contar con tu site en mi sitio web y asi mis visitas puedan visitarlo tambien.

Si estas de acuerdo solo escribeme.
tatuschang@hotmail.com
Exitos, un beso

Sonia dijo...

Mira q tengo poquito tiempo, esta semana es horrible, voy de culo, y me voy de vacaciones ya!...pero es ver q has publicado algo y no querer perdermelo!

No entiendo como despues de tus desventuras con las lentejas, has podido superar el trauma y cocinarlas.....;-)....q estan buenas, mujer! (fresquitas, a mi en potaje tampoco me entusiasman)

Un beso,

Kako dijo...

Vaya receta, muy original. Me cuesta un mundo comer lentejas, pero las mezclas atrevidas me encantan, voy a probar.
Un beso.

Don Camilo y Caldereta dijo...

Bravo bravo, que pinta tiene esta ensalada!!
Las lentejas son mi comida favorita, y me encanta comer y probar cosas nuevas, pero donde se pongan unas lentejasssss.... y descubrir una receta fresca, original y con contrate agridulce me pone muy pero que muy contenta. Me apunto la receta para prepararla mañana mismo y me quedo en tu blog como seguidora.
Bsts. Maite

Sara dijo...

Jajajajajaja eres la ostia petardilla! pero como las haces ahora? jajajajaja
Yo como tú pero llevado a las últimas consecuencias, no me las como ni de coña...un beso grande

Nati dijo...

Seguro que el toque de uva le da un sabor espectacular. Un besazo.

Claudia Varleta dijo...

Que plato más original y bueno. Por suerte en mi casa a todos les gustan las lentejas y a mí como mejor me gustan es en ensaladas.
saludos

Su dijo...

Jajaja, en mi familia el raro era mi hermano, que las odiaba, yo era la normal que las devoraba. Ahora mi hermano le hace las lentejas a su santa, y parece que le quedan buenas. Son un manjar, lo siento. Si no fuera por los garbanzos, serían mis favoritas :D

fargopatt dijo...

joooooooooooooooooo me he estado perdiendo unmontón de cositas ricas... ahora me pongo al día!!!
me encantan las uvas con cualquier cosa.. y así se ven deliciosas.. vaya combinación más original!!!!
me la quedo..
besotes

María José Andreu Granados dijo...

Una receta riquisima fresquita para el verano y muy sana, pero en csa se las comen que dá gusto, por eso no he tenido ningun problema en ensalada las legumbres tambien se las comen, he tenido suerte.
Cuando algo no les gusta si no se lo comen para cenar.
Te ha quedado de lujo guapa.
besossss

carmelo dijo...

Me parece un gran aciero el utilizar las legumbres en verano para preparar ensaladas. He hecho con garbanzos y judías, pero nunca con lentejas

leticia dijo...

Ya llegan las uvas y con ellas un sin fin de recetas! con lentejas?? muy interesante, con tu permiso tomo nota que tiene muy buena pinta.
Saludos,

La Cucina del Topino dijo...

qué rico y fresquito, me llevo mi porción ok?
Besitos

fimere dijo...

originale et divine
bonne soirée

Alicia dijo...

En un plato tan bonito cualquiera come lentejas te ha quedado divino de la muerte. Hacía siglos que no oía la expresión ¡cucha! jajaja como me gusta leer tus historias, me resultan tan familiares.

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