Unos días en Ibiza, la ilusión de toda mi vida. A eso se unía mi compañera inseparable, de alegrías y fatigas, de ilusiones y tristezas, mi amiga Pat. Me avisó de que tenía pensado ir para esta ciudad a mediados de julio y yo me apunté al bombardeo hace cuatro años. Fiestas y playas de revista nos esperaban, chicos por doquier y discotecas fashion suponían el perfecto acompañamiento. Sin embargo, se complicó, y mucho, las imaginaciones precedentes a nuestra llegada a la isla.
Íbamos en plan barato donde ya existe una regla preestablecida: "no escatimar en ningún gasto", pero es lo que tiene ser aún estudiante, que todo riesgo resulta un plus añadido de diversión y espontaneidad, una sensación de inseguridad tan apetecible... Por ello, la primera decisión del hostal u hotel, nosotras escogimos sin dudarlo hostal y entre los existente, por supuesto, el más barato.
Así, llegamos a "San Antonio" cerca de las 11 de la noche. El señor taxista nos cobró 22 euros por el trayecto y nos dejó en un barrio más guiri que español. Miro a mi amiga y la veo con la misma cara de extrañeza que la mía. "¿Dónde estamos?, ¿a quién preguntamos donde se encuentra nuestro hostal?, ¿alguien sabe español? Todos extranjeros, ni un comentario más salido de tono en nuestro idioma. Llegamos al sitio, allí nos dan la habitación en el piso más alto, de modo que con unos malentocios descomunales para cuatro días, nos vimos subiendo cuatro pisos "a patas".
A partir de aquí, todo mal amiga, todo mal. Nos embarcamos en la vorágine de Ibiza, es decir, nos convertimos en búhos. La caza por la noche, cuando quemábamos los cartuchos recargados durante la mañana. Nos despertábamos a mediodía y el plan era siempre el mismo ir a una cala donde poder de dormir las horas restantes mientras nos tostábamos al sol, vuelta y vuelta y al agua para refrescarnos. Sin embargo no contamos con otro pequeño problema, el transporte. Nosotras tan espabiladas alquilamos una moto, de cincuenta no os penséis más, una vespinillo con la que teníamos pensado recorrernos toda la isla. El primer trayecto ya comprobamos la poco fiabilidad del indicado medio.
Nos subimos con el glamour de la vestimenta, aunque claro sustituimos nuestros sombreros cowboy playeros por el casco medio huevo tipo "calimero", y con las piernas en caballito arrancamos la moto. Mira tú que digna ella, cogiendo una velocidad de 50 km/hora con dos a sus espaldas. Pero se nos olvidó que yo y los mapas no somos muy amigos, más bien, los considero enemigos. Total que donde se suponía que se encontraba la cala destino se había convertido en un oasis y no había nada. Ni cala, ni camino, ni playa..."¿Dónde narices está el mar? Se supone que esto es una isla... y ¿para qué me dejarán a mí con un mapa? Venga, Gema vamos a ver, otra cala".
Mapazo en la cara, me despisto y "Eh, eh, que me suelto de Patricia. Verás tú que de aquí no salgo viva. Alaaaa, uy, uy, uy adiós mapa... ¿y ahora qué? Bueno para lo que me servía...". Mi contribución al cabreo de la conductora:
- Patricia estamos atravesando la isla por el centro, así no llegamos a ningún lado.
Mi amiga concentrada sólo me grita que busque y le diga una dirección, cuando de repente empezamos a escuchar un sonido raro de la moto. Nos regañaba, claro, claro, o nos aposentábamos en un lugar minutos después o se declaraba en huelga...
- ¡Pat acelera que vamos muy lento y llevamos una cola de coches detrás que para qué!
- ¿Qué te crees que estoy haciendo? Pero esto ¡Noooooo tira!
"¿Cómo que NO tira?, Verás que nos la pegamos... ¡Madre del amor hermoso!" Subidón, el estómago de corbata. "¡Ay por favor! ... Y nosotras sin coger el seguro a la moto, ¡vamos a tener que dar más de 300 euros por cargarnosla nada más alquilarla!" Los coches, más que mosqueados, comenzaron a adelantarnos y nosotras muy dignas sólo intentábamos que no se vieran nuestras pintas. Menos mal que la querida moto hizo caso a nuestros rezos y comenzó a recuperar sus fuerzas después de unos minutos.
Llegamos a una cala, con las piernas haciendo forma de sillín, eso sí, una hora después de partir de San Antonio, dando gracias por encontrar el mar. El lugar desconocido, en el mapa para mí no salía, ahora sí espectacular. Para enmarcar el suplicio una foto para la posterioridad; en ella, claramente, había desaparecido el poco glamour que nos quedaba.
Ante tal situación, nuestra estrategia se convertiría en por la noche encontrar un grupo de chicos con coche con los que poder viajar de cala en cala. Capaces de sobrevivir por nosotras mismas éramos, pero una ayudita nunca viene mal.
Por ello, por la noche, una de blanco, la otra de negro; una rubia y la otra morena resurgíamos preparadas para conseguir nuestro objetivo y lo conseguimos, pues tampoco resulta algo difícil cuando todo el mundo en las fiestas isleñas van a lo mismo.
Pat conoció a un grupito de chicos muy apañados todos. Altos, guapos y uno en especial, el chico que "se enamoró" perdidamente de mi amiga. Le deja en la discoteca con una invitación para su barco al día siguiente con el que recorreríamos en dos días la isla. 48 horas de diversión en un transporte tan idílico con fiesta continua y todo pagado era mucho más de lo que podíamos soñar, por lo que caímos en la cama con una sonrisa de oreja a oreja creyendo que todas nuestras pretensiones se volverían reales. Pero... muy equivocadas andábamos.
A mediodía, con intenciones de ir donde se encontraban los amigos nuevos, nos dirigimos hacia la moto aparcada, cuando al torcer la calle descubrimos que ésta se había vuelto invisible...Las dos con ojos en órbita y las manos en la boca, la peor de las películas de miedo que pudieramos haber visto, el horror en nuestras miradas se contemplaba en doscientos metros a la redonda.
- ¿Pat y la moto?
- Ayer la dejamos aquí aparcada.
- ¿Dónde?
- Aquí, ..., ¡aquí!
Yo miro, remiro, me acerco donde la dejamos y... ¿qué diviso? Pues que el único lugar donde había sitio en nuestro pueblo de guiris, resultaba ser la entrada de un hotel, su zona de llegada de los inquilinos...
- ¡No me lo puedo creer! ¿Y le pusiste el pitón?
- ¿Qué pitón? ¿Qué si la candé? Pues no.
- ¿Cómo?
- Que no, que en Barcelona nunca cando mi moto...
"Bueno, esto no puede ser y nosotras sin contratar el seguro de la moto. ¡Pufff! Adiós moto, algún loco se la ha llevado y ya se encuentra en la mesa de operaciones para ser descuartizada en porciones". Sólo nos quedaba una comprobación, la policía.
Y sí, allí que fuimos, media hora de reloj a paso rápido bajo el sol de mediodía con un calor de mil demonios. Cuando aparecimos por el sitio, sustito que le dimos al policía. Adiós glamour por segunda vez, dos mujeres sudorosas y descompuestas aparecieron en la entrada de la oficina. Delirábamos, entre la noche sin dormir y sin comer desde hacía mucho... Le pregunto al policía por la moto y me dice que sí que la habían llevado allí ayer por la noche, la grúa fue nuestra salvación y ¡qué triste decir esto! Pero claro la multa que teníamos más cara que el alquiler de ésta durante una semana. Yo haciéndome la tonta y con mi acento más marcado, junto a un poco de coqueteo, le pedí por favor que se apiadase de nosotras y tras un largo interrogatorio nos dejo la multa en 30 euros. Ya recuperando la moto, podíamos alcanzar a los machotes de la noche anterior....
((((Segunda parte en la siguiente entrada))))
Ahora, la receta. Para ello, primero tengo que dar gracias a Harinas Santa Rita por su generosidad al mandarme un lote de productos para que los probara. Son estupendos, así que no os los perdáis. En mi plato de hoy use el rebozado Crujiente Pan cracker y quedó riquísimo.
Tallarines de langostinos y piña crujiente
Ingredientes para dos personas
250 gramos de langostinos (o 10 langostinos)
200 gramos de tallarines
1/2 vaso de agua
3 cucharadas de vino dulce
2 cucharadas de soja
6 cucharadas del almíbar de la piña en conserva
6 rodajas de piña en almíbar
Crujiente Pan cracker
1 diente de ajo
Aceite de oliva
Se pelan los langostinos y las cáscaras se ponen en un cazo con un poquito de aceite y se fríe durante unos dos minutos a fuego moderado, apretando en todo este tiempo las cabezas y el resto para sacar todo el jugo que lleven dentro y sin dejar de remover. Se echa el medio vaso de agua y se deja cocer durante ocho minutos. A partir de aquí se cuela el caldo y se le añade, la soja, el almíbar de piña y el vino dulce. Esta mezcla la reservamos.
Se pica el ajo finamente y se sofríe con una cucharada de aceite. Cuando empiece a dorarse se incorporan las colas de langostinos y cuando las tengamos fritas se rocía con la mezcla de caldo, dejando cocer todo el conjunto a fuego medio-alto hasta que se evapore el alcohol del vino, es decir, unos tres minutos.
Para la piña crujiente, dividimos las rodajas de piña en almíbar en tres pedazos y cada uno de ellos se unata del Crujiente Pan cracker. Se colocan en una sarten o en una freidora con abundante aceite y bien caliente hasta que el rebozado esté listo.
Por último se hace la pasta. Se coloca agua en un cazo, con una pizca de sal y un chorreón de aceite. Se deja hervir el agua y se añaden los tallarines, los cuáles estarán listos cuando veamos que están en su punto o al dente, según gustos. Colamos la pasta y se mezcla con los langostinos y ¡perfectos para comer!
33 comentarios:
Madre, q aventuras (o serían desventuras...)
Me quedo con esa piña crujiente!
Un abrazo,
Café, tostada con aceite y primer capítulo de "Viaje a Ibiza" by Gitanilla. Promete este desayuno.
A pesar de que se describen las periecias de dos amiguísimas en un viaje soñado a Ibiza, en el que hasta ahora no lo han pasado demasiado bien, me he partido de la risa..., el café bunísimo y la tostada también, solo me ha faltado haber podido continuar con el siguiente capítulo.
Un abrazo niña.
Uy¡ se me olvidaba hasta la receta... rica, rica me la guardo para la hora de comer.
este plato es de los mios.me encanta
Una receta estupenda! Espero con ansia el capítulo siguiente de tus aventuras ibicencas!
Bendita juventud!!!....que riquísimo plato,la piña rebozada ha de ser un pecado guaaaa que ricoooooo ;))
Ibiza? qué bueno.
Qué plato más fresco y con pasta!qué bueno.
Saludos,
Pero niña ¿cómo me dejas así, a mitad del novelón?...Por cierto, mientras doy buena cuenta de este plato de pasta tan bueno, quiro que me expliques dos cositas:
1- yo también he recibidoun paquete de Santa Rita, aún no he comenzado a probar sus productos pero si quiero poner su logo en mi blog ¿cómo lo hago?, es decir dónde copio el "cartelín" gris este tan mono que tienes aquí a la derecha?
2- tembién estoy medio dada de alta en esto del "petichef" pero como tenía miedo a que me invadieran con propaganda lo dejé a la mitad, te hago la misma pregunta, si me doy de alta ¿cómo pongo el cocinero en mi blog?...
Muchas gracias y, ya me tienes esperando por la segunda entrega de mi "blognovela" favorita...
Un besote, mi solete.
Vamosalculete.
Aaaayyyy!!!...Gitanilla, llevava un tiempito sin tus historias y recetas...pero ya me he puesto al día;una delicia esos pastelitos de cereza y almendra. Pero el brownie con el tiramisú es simplemente bestial....Pedazo de hamburguesa caserita que has preparado...para mi hijo la quisiera...está estupenda!!!
Y hoy estos tallarines y piña...pero qué buenos, no???
...ya estoy esperando la segunda entrega de Ibiza Mix....
Besitos wapa
Lo de la piña no me convence mucho, pero se la quito y lo demás pa' dentro jeje, la verdad es que tienen muy buena pinta!!!
Yo me voy el viernes a Ibiza, a ver a una amiga que vive allí, pero es la segunda vez que voy y guardo muy buen recuerdo....
Un besito guapa!
NOOOO!!!!!! no me puedes dejar así, que se me ha olvidado hasta comer.
Mira gitanilla, me tienes rendida a tus pies, te hago la ola y no te beso porque no te tengo delante.
Un relato de best seller y una receta de lujo que ya tengo en pendientes para........¡¡esta noche!!! jeje.
Un beso guapa y pon ya la parte de los muchachotes que me tienes en un sin vivir.
Jajaja me ha encantado la historia y la receta! Y con las dos me quedo esperando... la historia a que publiques tu próxima entrada y la receta a hacerla para ver cómo sabe!
Muy rico, y muy divertido :)
Besos!
Bueno nos has dejado en lo más interesante de la historia, eres muy mala, hay quien pillara esos años locos de estudiantes. Los tallarines muy ricos chiquilla y muy originales.
Un besito y espero la segunda parte
Estoy deseando probar este plato y porque no he probado nunca así la piña y desde luego espero con ansia la segunda parte del relato.
Un besito.
Jejeje... en eso de los mapas no nos parecemos nadita. Como dice mi madre, yo venía con el GPS de serie... de hecho, me encanta viajar sola, callejear, curiosear... es cuando más gente conozco y mejor me lo paso. Pero yo soy de las que antes de salir del hotel le echan un vistazo al mapa y con eso, llego a donde sea!!! La verdad es que nunca me he perdido...
En cuanto a la receta, yo como Carol, la piña mejor me la tomo de postre...
Què original receta! y còmo es esto de dejarnos colgados sin seguir con la segunda parte!! ahh no!!!! espero con ansias!!
Besos
Venga, si esta maravilla de rebozado se lo debemos a las harinas...pos les damos las gracias, vaya vista tiene tu plato de hoy, la combinación con la piña me gusta, un besote
Ayyyyyyyy que nos dejas a mediaaaaaaaaaas!!!!! Que mala malisima eres.... jejeje
Esos tallarines tienen que estar mortales de buenos, guapa!
Besotes!
Me encanta el detalle de la piña, así crujientita.
Megusta mucho tu plato de hoy. ¿Llegasteis a tiempopara embarcar en ese yate?.
Un beso.
Así nunca los he comido, me parece una idea estupenda. Un besazo.
Hola preciosa, vaya no se si me quedo con la receta o la aventura jeje las dos estan increibles de geniales.
te mando muchos besitos
Ay qué de cosas interesantes que te ocurren, jiji, ahora a esperar la continuación :)...estos tallarines se ven deliciosos.
Que tengas un buena semana,
un abrazo,
Llevaba unos días sin visitarte, y me encuentro estas maravillas.... ojú!!!!!!! la piña rebozada debe estar de vicio! me encanta, me encanta! y tus aventuras y desventuras en Ibiza me han enganchado! cuándo explicas el segundo episodio?
Besitos, guapa!!!!!
Que historia,espero con ansias la segunda parte que espero que les haya ido mejor. Que novedosa la receta, piña y camarones yummy...
saludos
Un plato delicioso me encantan los sabores orientales, tiene una pinta impresionante!
Bss!
Tienen una pinta para empezar a comer!!A la espera del final de la aventura...vaya par!!
Besets.
estos tallarines tiene que estar buenísimos. Me gusta el toque con la piña, habrá que probarlo.
pero aqui mi costy se queda con tu pedazo de hamburguesa, te ha quedado de lujo. Y el brownie relleno de tiramisu ummmmmmmmm quién pillara un trocito. Bicos
Que buen platito, me encanta. Estoy intrigada por saber el final de la historia.
Biquiños
Que ricos tallarines, me encanta tu receta.
Gracias por compartirla.
Un saludo.
gema siempre te pasa algo jajaajaj que buenas las historias que cuentas parecedn reales, ya te dije que escribioeras un libro jajajajaaja.
Lo raro que me parece que tú amiga en Barcelona no le ponga pitón a la moto.
estos tallarines tienen que estar de locura que ricossss.
Sigue la fiesta guapa
besoss
crevettes et ananas une combinaison qui me met l'eau à la bouche
ton plat doit être succulent, vous avez dû vous régaler
bonne journée
Enhorabuena por tu regalo, me alegro un monton te mereces eso y mucho mas, bsssss
Que plato de pasta taaaaannn rico!!!!
Enga, pon ya la segunda parte de tu historia!!! jajajaja
bss
Que buena combinación los langostinos con la piña crujiente, fantástico!!!! buen verano guapa, nos leemos en septiembre ;)
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